domingo, 6 de septiembre de 2015

Ética en el contexto cristiano



Informes de Lecturas: Paul Lehman “Ética en el contexto cristiano”
Alumno: Maldonado Navarrete Nilthon.
Curso: Discernimiento Moral.
Fecha: 7- 6 04.


Critica contextual del absolutismo ético
  1. Lo distintivo de la pregunta fundamental, ¿Qué he de hacer yo? Como creyente o como miembro de la iglesia. En la koinonía uno tiene la visión y se encuentra implicado con lo que Dios esta haciendo en el mundo, mantener humana la vida humana, la descripción de esta actividad de Dios proporciona una ética de koinonía. Una ética de koinonia tiene que ver con relaciones y funciones no con principios y prejuicios, esta es la distinción con la ética absolutista, la ética absolutista paga un precio alto con su carácter absoluto, es la abstracción de la compleja situación real.
  2. La ética absoluta no puede eludir ni enfrentarse con la real disparidad entre la demanda ética y el acto ético, a no ser por la ilusión o por la hipocresía. Benjamín Constant y Kant  “es un deber decir la verdad” “Ser veraz en todas las declaraciones, es por tanto un grado absolutamente obligatorio de la razon, que no esta limitado por ningún oportunismo”
  3. Sobre la base absolutista no hay garantía que se puede decir toda la verdad, si se omite algo entonces ya no es toda la verdad y la intención de decir la verdad no cubrirá el hecho de que no ha dicho la verdad, la ética absolutista relaciona la intención y la acción y asigna prioridad ética a la intención.
  4. Bonhoeffer; decir la verdad “es una cuestión de consideración seria y precisa de las circunstancias reales, mientras más complejas son las circunstancias más difícil se hace decir la verdad... decir la verdad es algo que debe ser aprendido... un elemento de la acción ética es el conocimiento cada vez exacto de la situación” en estos términos decir la verdad no seria idéntico a la optima veracidad verbal. Decir la verdad, es decir, la palabra correcta para el momento o la palabra viva que es tan viva como la vida misma.
  5. En la koinonía, la teoría y la practica éticas adquieren una armazón que leda significado y una norma de acción que sostiene la diversidad y complejidad de la situación ética concreta.
  6. La pregunta cambia en la koinonía ya no es ¿qué debo hacer? sino ¿que he de hacer? Esto por en la koinonía uno siempre esta mas bien en una situación indicativa que imperativa, el factor deber no desaparece por que permanece en la teoría ética. La realidad ética es el factor humano, el indicativo humano, en toda situación que involucra las interrelaciones y decisiones de los hombres. En la koinonía Dios ya esta haciendo algo, y esta es la situación en que surgen los interrogantes y la preocupación ética, para condicionar las circunstancias y la conducta de acuerdo a la voluntad.
  7. La ética de la koinonía se mueve en el contexto de que el Dios de la Biblia se cuida poco de la consecuencia humana, a fin de lograr sus propósitos. Ser miembro de la koinonía  significa estar relacionado con lo que Dios esta haciendo en el mundo, y que a la luz del característico proceder de Dios, en ninguna situación humana hay una sola manera de proceder excluyendo todas las otras, Dios no esta tan desprovisto de imaginación.  En la koinonía cada individuo hace una decisión de conducta que equivale a arriesgarse a tener confianza. Una segunda consideración importante es que en la koinonía, haber procedido éticamente nunca es, en ultimo análisis, cuestión de haber hecho realmente lo bueno.
  8. Proceder éticamente es cuestión de haber vivido de tal manera que Dios reconozca que uno ha estado en la huella de su acción divina. La complejidad de la real situación humana, con la cual una ética de koinonía trata de encararse seriamente, esta siempre compuesta por una intrincada red de circunstancias e interrelaciones humanas, enmarcadas por la dinámica de la actividad política de Dios, por un lado y su perdón por otro.
  9. En conclusión, si lo que Dios esta haciendo en el mundo es el advenimiento de una nueva humanidad, y si los hombres se están relacionando entre sí en el contexto de lo que Dios esta haciendo, la alternativa de una ética absolutista no es ni falta total de normas ni el relativismo. Por al contrario una ética de koinonía es una ética concreta, relacional, en la cual las realidades de la situación humana están irrumpiendo continuamente, una ética tal tiene el merito de la claridad y la consistencia y la gran ventaja de que parece librara la decisión de toda ambigüedad.
  10. Este es precisamente  el punto vulnerable de una ética de principios. No se elimina la ambigüedad de la decisión ética estableciendo un principio que la excluye o reduce. Estas consideraciones se derivan del contexto de la actividad de Dios en el mundo, un contexto que hace que la obediencia de la fe sea un riesgo significativo.
  11. En situaciones dinámicas nunca hay una sola acción correcta. Lo que hay siempre son actos que deben realizarse cuya corrección encierra el riesgo de la obediencia, como instrumentos potenciales de la actividad divina. Las acciones sirven realmente en la medida que se acerquen al propósito de los, la formación de una nueva humanidad en el mundo

    La dificultad crucial de una “doble norma”.
  12. El problema crucial de la ética cristiana en el contexto de la koinonía es el de ¿cómo ha relacionarse la conducta de los cristianos con la de los no cristianos? No es fructífero decir que los no cristianos deben ajustarse en su conducta a la comunidad de la iglesia. La ley no carece de significación ética, pero es una significación funcional, no normativa. Ninguna ley puede ser la norma o criterio de acción con la voluntad de Dios. la ley tiene la función de poner de manifiesto la cuestión de la humanidad y inhumanidad del hombre para el hombre, esta es la significación ética de la ley, mientras que una ley determinada no alcancé este propósito viola la ética cristiana y también la interpretación cristiana de la ley.
  13. Otra posibilidad no trata tanto de imponer sino mas bien de recomendar, mientras que las leyes alejan a los no cristianos y dividen la propia comunidad, la segunda desconoce o traiciona la dinámica y la dirección de una ética de koinonía. Entonces como se ha de relacionar la conducta de los no cristianos con los cristianos. Otra es la teoría de la ley natural, que dice que existe un vinculo entre creyente y no creyente  fundado en la naturaleza de la razón humana, esta teoría es éticamente inadecuada.
  14. Quedan dos alternativas. Los axiomas medios, son declaraciones de “objetivos o descripciones de alguna condición que debe ser tenida en cuenta por la política”. Son especificaciones derivadas de ciertos “criterios amplios” que “son nuestras maneras de manifestar cual es el bien del prójimo en el mundo tal como lo conocemos”. La cuestión entre “principios” y “contextos” es a lo sumo una cuestión de énfasis y deben ser resueltas de acuerdo con metas defendibles.
  15. La significación intrínseca de los “axiomas medios” es exactamente lo que el análisis contextual de la ética trata de tomar debidamente en cuenta. Son medios por que funcionan como un puente entre un principio ético general (por ejemplo, el amor cristiano) y una compleja situación social concreta (por ejemplo la justicia racial. Son axiomas mas bien que principios por que carecen del alcance universal y el consenso general de un principio.
  16. Para una ética de koinonía la clarificación de principios éticos y la aplicación de los mismos a situaciones concretas es éticamente irreal, porque se trata de una empresa lógica, y la lógica no tiene manera de cerrar la brecha entre lo abstracto y lo concreto. La ética no es una cuestión de lógica sino de vida. “El bien del prójimo” y “el mundo tal como lo conocemos” adquieren significación ética no por algún intento de formular, clarificar y aplicar principios éticos, sino por lo que Dios esta haciendo en el mundo para hacer y mantener humana la vida humana.
  17. Toda conducta es ética en la medida que lleva las marcas de la transformación que Dios esta operando en el mundo de acuerdo con sus propósitos. La conducta es ética en tanto es una señal de la nueva humanidad que esta adviniendo al mundo. Según la ética de la koinonía, la dinámica de la sociedad no es ni éticamente indiferente ni éticamente segura. Siempre es potencialmente ética, es decir, capaz de hacer erupción en señales éticas, que están obrando en la sociedad debido a lo que Dios esta haciendo en el mundo. No importa la posición que se tome, lo que importa es que la conducta de los cristianos exhiba lo que Dios esta haciendo en el mundo para lograr la humanización del hombre.
  18. Una ética de koinonía no deriva el contexto de la acción solamente de la situación. Pero insiste que la situación es éticamente significativa, por que esta moldeada en el contexto de lo que Dios esta haciendo en el mundo. Una ética de la koinonía podría superar la dificultad de una doble norma se deriva de la relación dialéctica entre el “segundo Adan” y el “primer Adan”.
  19. El evangelio de S. Juan atribuye la inclusión de los no creyentes dentro de la economía divina “tengo otras ovejas que no son de este redil”. Calvino expone la relación entre Jesucristo y el E.S. dice que Cristo estaba dotado con el E.S. de una manera peculiar; a fin de separarnos del mundo e introducirnos en la esperanza de una herencia eterna. De ahí que el Espíritu sea llamado “Espíritu de santidad”; no solo por que nos anima y nos sostiene con ese poder general que se manifiesta en la humanidad, y en todas las demás criaturas, sino por que es simiente y raíz de la vida celestial. Este poder general proporciona una clave para el tratamiento de la cuestión del creyente y el no creyente que la ética de la koinonía toma en cuenta. Desde aquí se dice que la conducta hace ineludible el reconocimiento de que son ovejas pertenecientes al mismo redil.
  20. La concepción de Lutero del Dios oculto, hace necesario mantener juntas la revelación y la ocultación. El ocultamiento es en si mismo parte de la actividad reveladora de Dios, tal interpretación de ser correcta, se combinaría muy bien con la doctrina de Calvino del poder general del Espíritu. La realidad especifica, formativa de conducta, de la koinonía, no excluye la libre actividad del Espíritu Santo. Sea como fuere, el poder general del Espíritu proporciona la clase de sustancia y sobriedad teológicas y éticas que vinculan intrínsicamente la economía divina con la madurez human y colocan a creyentes y no creyentes en un mismo nivel de integridad y en un nivel común de discernimiento imaginativo. Una ética de koinonía podría disponer de este modo del problema de una doble norma, incluyendo a los no creyentes entre las otras ovejas del Espíritu santo de Dios.
  21. En conclusión la ética contextual considera la conducta  mas bien en términos indicativos que imperativos. Practicar la verdad es obrar a favor de actividad divina.

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