Informes
de Lecturas: Paul Lehman “Ética en el contexto cristiano”
Alumno: Maldonado Navarrete Nilthon.
Curso: Discernimiento Moral.
Fecha: 7- 6 04.
Lo distintivo de la pregunta fundamental,
¿Qué he de hacer yo? Como creyente o como miembro de la iglesia.
En la koinonía uno tiene la visión y se
encuentra implicado con lo que Dios esta haciendo en el mundo, mantener humana
la vida humana, la descripción de esta actividad de Dios proporciona una ética
de koinonía.
Una ética de koinonia tiene que ver con
relaciones y funciones no con principios y prejuicios, esta es la distinción
con la ética absolutista, la ética absolutista paga un precio alto con su
carácter absoluto, es la abstracción de la compleja situación real.
La ética absoluta no puede eludir ni
enfrentarse con la real disparidad entre la demanda ética y el acto ético, a no
ser por la ilusión o por la hipocresía.
Benjamín Constant y Kant “es un deber decir la verdad” “Ser veraz
en todas las declaraciones, es por tanto un grado absolutamente obligatorio de
la razon, que no esta limitado por ningún oportunismo”
Sobre la base absolutista no hay garantía que
se puede decir toda la verdad, si se omite algo entonces ya no es toda la
verdad y la intención de decir la verdad no cubrirá el hecho de que no ha dicho
la verdad, la ética absolutista relaciona la intención y la acción y asigna
prioridad ética a la intención.
Bonhoeffer; decir la verdad “es una
cuestión de consideración seria y precisa de las circunstancias reales,
mientras más complejas son las circunstancias más difícil se hace decir la
verdad... decir la verdad es algo que debe ser aprendido... un elemento de la
acción ética es el conocimiento cada vez exacto de la situación” en estos
términos decir la verdad no seria idéntico a la optima veracidad verbal. Decir
la verdad, es decir, la palabra correcta para el momento o la palabra viva que
es tan viva como la vida misma.
En la koinonía, la teoría y la práctica
éticas adquieren una armazón que leda significado y una norma de acción que
sostiene la diversidad y complejidad de la situación ética concreta.
La pregunta cambia en la koinonía ya no es
¿qué debo hacer? sino ¿que he de hacer? Esto por en la koinonía uno siempre
esta mas bien en una situación indicativa que imperativa, el factor deber no
desaparece por que permanece en la teoría ética. La realidad ética es el factor
humano, el indicativo humano, en toda situación que involucra las
interrelaciones y decisiones de los hombres. En la koinonía Dios ya esta
haciendo algo, y esta es la situación en que surgen los interrogantes y la
preocupación ética, para condicionar las circunstancias y la conducta de
acuerdo a la voluntad.
La ética de la koinonía se mueve en el
contexto de que el Dios de la Biblia se cuida poco de la consecuencia humana, a
fin de lograr sus propósitos.
Ser miembro de la koinonía significa estar
relacionado con lo que Dios esta haciendo en el mundo, y que a la luz del
característico proceder de Dios, en ninguna situación humana hay una sola
manera de proceder excluyendo todas las otras, Dios no esta tan desprovisto de
imaginación. En la koinonía cada
individuo hace una decisión de conducta que equivale a arriesgarse a tener
confianza. Una segunda consideración importante es que en la koinonía, haber
procedido éticamente nunca es, en ultimo análisis, cuestión de haber hecho
realmente lo bueno.
Proceder éticamente es cuestión de haber
vivido de tal manera que Dios reconozca que uno ha estado en la huella de su
acción divina.
La complejidad de la real situación humana,
con la cual una ética de koinonía trata de encararse seriamente, esta siempre
compuesta por una intrincada red de circunstancias e interrelaciones humanas,
enmarcadas por la dinámica de la actividad política de Dios, por un lado y su
perdón por otro.
En conclusión, si lo que Dios esta haciendo
en el mundo es el advenimiento de una nueva humanidad, y si los hombres se
están relacionando entre sí en el contexto de lo que Dios esta haciendo, la
alternativa de una ética absolutista no es ni falta total de normas ni el
relativismo. Por al contrario una ética de koinonía es una ética concreta,
relacional, en la cual las realidades de la situación humana están irrumpiendo
continuamente, una ética tal tiene el merito de la claridad y la consistencia y
la gran ventaja de que parece librara la decisión de toda ambigüedad.
Este es precisamente el punto vulnerable de una ética de
principios. No se elimina la ambigüedad de la decisión ética estableciendo un
principio que la excluye o reduce. Estas consideraciones se derivan del
contexto de la actividad de Dios en el mundo, un contexto que hace que la
obediencia de la fe sea un riesgo significativo.
En situaciones dinámicas nunca hay una sola
acción correcta. Lo que hay siempre son actos que deben realizarse cuya
corrección encierra el riesgo de la obediencia, como instrumentos potenciales
de la actividad divina. Las acciones sirven realmente en la medida que se
acerquen al propósito de los, la formación de una nueva humanidad en el mundo
La dificultad crucial de una “doble norma”.
El problema crucial de la ética cristiana en
el contexto de la koinonía es el de ¿cómo ha relacionarse la conducta de los
cristianos con la de los no cristianos? No es fructífero decir que los no
cristianos deben ajustarse en su conducta a la comunidad de la iglesia. La ley
no carece de significación ética, pero es una significación funcional, no
normativa. Ninguna ley puede ser la norma o criterio de acción con la voluntad
de Dios. la ley tiene la función de poner de manifiesto la cuestión de la
humanidad y inhumanidad del hombre para el hombre, esta es la significación
ética de la ley, mientras que una ley determinada no alcancé este propósito
viola la ética cristiana y también la interpretación cristiana de la ley.
Otra posibilidad no trata tanto de imponer
sino mas bien de recomendar, mientras que las leyes alejan a los no cristianos
y dividen la propia comunidad, la segunda desconoce o traiciona la dinámica y
la dirección de una ética de koinonía. Entonces como se ha de relacionar la
conducta de los no cristianos con los cristianos. Otra es la teoría de la ley
natural, que dice que existe un vinculo entre creyente y no creyente fundado en la naturaleza de la razón humana,
esta teoría es éticamente inadecuada.
Queda dos alternativas
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